lunes, 16 de febrero de 2009

Pienso en el

Esta mañana me he despertado pensando en él, como en los últimos tres días. Fantaseo con la idea de que hoy vendrá a verme, es el chico más guapo del mundo y lo mas importante: yo le gusto y por lo que dice, mucho. Tocan al timbre, debe ser él, tengo un nudo en el estomago, ¿nervios? ¿ansia?... no lo sé. Estoy esperando en la puerta de casa a que llegue el ascensor, me deleito pensando en como ira vestido y de pronto ahí está. Lleva unos vaqueros que le sientan muy bien y una camiseta lila que deja entrever su cuerpo definido, guapísimo como siempre, me está mirando a los ojos, con esa mirada en la que podría vivir y una sonrisa en la boca.
- Tenía ganas de verte.
Por toda respuesta le beso, tenía muchas ganas de besarlo, de sentirle muy cerca. Entramos en casa, le enseño el piso y nos sentamos en el sofá. Le propongo ir a la cama, allí estará mas cómodo. Él sonríe, pícaro, pensando en lo que no es, yo sólo lo he dicho para que estuviera más cómodo, aunque al ver esa sonrisa es lo primero en lo que he pensado. Vamos al dormitorio y se acuesta, yo a su lado, muy cerca, lo suficiente como para que los dos sepamos que el otro esta igual de nervioso.

Hace cuatro años que no nos vemos y ahora estamos aquí los dos deseando besarnos y acariciarnos. Empiezo por su pelo, lo tiene negro y corto, es un tacto agradable. Él sonríe y empieza a besarme, creo que es el beso mas caliente que me han dado nunca. Desprendemos calor, mucho calor, intento abarcar todo su cuerpo con mis manos sabiendo que es imposible, necesitaré mucho tiempo.

Él me besa el cuello, consigue erizarme la piel, ha parado.
- ¿Qué pasa?
- Creo que es Elena, mi compañera de piso.
Ella ha entrado en casa, la verdad tengo ganas de verla, pero... ¿tiene que ser ahora? bueno ya esta aquí... tan discreta y perfecta como siempre, ha entrado sigilosa y sin hacer ruido. Me apetece que le conozca y esa intromisión hace de la situación puro morbo. La llamo y mientras tantea con la mirada a mi chico, habla acelerada como siempre, sobre su mañana. Con una mirada de silenciosa complicidad los dos sabemos que cuando se valla seguiremos demostrando lo a gusto que estamos juntos, y ella, que sabe leer en mis ojos, decide irse sin mas pretexto que quitar la fregaza. Yo cierro la puerta. Ahora estamos solos. Él y yo. Está acostado en mi cama el chico mas sexy del mundo y me está esperando, me acuesto en la cama y se pone sobre mi. Empieza a besarme apasionadamente mientras me toca, me encanta como lo hace.

Mis pantalones empiezan a ser un estorbo, mi polla está despertando y los vaqueros me molestan, pero quiero que sea el quien me los quite. Seguimos besándonos y yo llevo mi mano hasta su entrepierna, está muy caliente y noto como está empalmado, eso me pone aun más cachondo. Entonces decide quitar el botón de mi vaquero y bajar la cremallera, que alivio creía que explotaba, mete su mano por dentro de mi slip y me agarra la polla con fuerza haciéndome estremecer. Me quita la camiseta mientras yo hago lo mismo con él, parecemos dos novatos, esperando a ver quien decide desnudar al otro. Me decido yo pero con las prisas se la saco por la pernera derecha de su slip y me la meto en la boca con una mano, con la otra le acaricio los huevos suavemente y empiezo a juguetear con el piercing en su capullo. Mientras se la chupo le miro a los ojos, me gusta hacerlo así y veo que lo estaba deseando tanto como yo. Su respiración se acelera cada vez más. Me tira de la espalada poniéndome a su altura y le beso. Empieza a besarme el cuello y tenso todos los músculos de mi cuerpo, él sigue con mas ímpetu y empieza a bajar, mi pecho, mi abdomen, por fin se la mete en la boca con mucho cuidado y empieza a jugar con ella. Me encanta, estoy sintiendo muchísimo placer y se lo hago saber, mi respiración es muy fuerte, mis manos le agarran con fuerza y parce que le gusta, su lengua recorre toda mi polla haciendo que yo tiemble de placer, tengo la sensación de que estoy en una nube, solos los dos, sólo existe él, y no se va a acabar nunca... Vuelve a besarme y yo cojo su polla mientras con la otra mano acaricio su espalda, él coge la mía, intentamos coger un ritmo. Estoy deseando que se me corra encima, quiero notarlo. Se que él quiere lo mismo de mi y se lo voy a dar. El placer no me deja hablar, si no le diría que lo quiero, estoy a punto de correrme y consigo decírselo -perfecto- contesta, y me besa, y mi polla explota. Me encanta que me besen mientras me corro.

He terminado y el juega con mi semen sobre mi abdomen mientras yo le pajeo, está disfrutando y me gusta verlo, intento meterme su polla en la boca otra vez, pero me avisa de que se va a correr así que sigo pajeándole mas rápido y clava sus dedos en mi pierna. Me duele y eso me gusta, no sabría explicarlo, se está corriendo y al verlo diría que me he puesto cachondo otra vez pero no hay tiempo...

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