lunes, 16 de febrero de 2009

Sexo con el chico de la universidad, mientras él dormía.

Hola a todos. Mi nombre es Johann tengo 24 años y soy de La Paz, Bolivia. Mi historia comienza hace unos dos años cuando estaba en segundo año de carrera universitaria, en ese entonces accedí a la Beca Comedor de la UMSA y uno de esos días en que nos tocaba cobrarla vi por primera vez al hombre que se convirtió en mi fantasía. Era un muchacho esbelto, moreno, con un corte de cabello corto estilo militar, tenía una masa muscular bien formada, se podía distinguir claramente que su amplio pecho tenía dos pectorales bien formados y duros, sus brazos eran como dos troncos gruesos, su cuello recto y sobre todo se podía apreciar que tenía una verga grande por el bulto que hacía debajo de su pantalón. Ese día me quedé mirándolo sin que se diera cuenta, no podía creer que hubiese un hombre así en la Universidad. Desde ese día se me entró el deseo de sentir su verga dentro de mí.

Después de algún tiempo supe que estudiaba Administración de empresas, otra carrera de la misma facultad, y yo estaba en Contaduría pública, por ese motivo le veía mas a menudo, pero no sabía como hacerme su amigo, que eso era lo primero que debía conseguir. Justo un día me decidí a hablarle y hacer realidad mi deseo, cabalgar en su verga sin importarme el dolor.
Era aniversario de la Carrera de Administración de empresas, ese día sería un derroche de borrachera y yo aprovecharía ese momento para hacer realidad mi deseo. Cuando llegué a la fiesta entré a buscarlo y lo encontré, estaba en una mesa bebiendo con sus cuates y algunas chicas. Para mi suerte estaba entre ellos un cuate mío de frikinternet.com y fui a saludarlo, los tuve que saludar a todos y me invitaron a compartir la mesa y el trago, yo estaba nervioso y feliz de lo que estaba pasando no podía creer que estaba al lado del hombre que me gustaba.

Esa noche estuvimos hasta al una de la madrugada, yo no bebí mucho, pero lo chicos sí y Raúl también, que así se llamaba el chico. Cada uno se fue por su lado, unos con unas chicas y a otros les recogieron sus cuates. Como yo no estaba tan mal, me pidieron que llevase a Raúl a su casa. Yo quería tenerlo esa noche para mi y como él me comentó que era de una familia de escasos recursos no podía llevarlo, entonces pensé algo rápido, decidí llevarlo a un alojamiento, al final como estaba borracho les diría que era para pasar la noche y no habría sospechas.

Eso fue lo que hice, agarré un taxi y lo llevé a un alojamiento en la Calle América, lo subí y cuando llegamos al cuarto lo puse sobre la cama y me apresure a desnudarlo. Era lo mas excitante que había visto en mi vida, él estaba inconsciente y no se daba cuenta de lo que estaba pasando. No pude resistir la tentación de chupar esa verga que era la mas grande que mis ojos habían visto, luego lo empecé a besar y a lamer todo esos músculos que estaban tan bien definidos. Cuando lo besé en su cara y en sus labios me di cuenta que tenía perforaciones en ambas orejas y eso me excitaba, me apresuré en ponerle dos piercings cuadrados pequeños y blancos, esos que estaban de moda, eso me éxito mas aun y luego le puse unas gafas oscuras grandes. Se veía el hombre mas bello y guapo que pude conocer.

Poco a poco, de tanto chuparle la verga se puso dura como un hierro. Él era muy pesado y apenas pude darle la vuelta para ponerlo de costado, luego acerqué mi ano para que me entrara la verga pero parece que no reaccionaba. Le puse mucha saliva para que entrara y así resbaló la cabeza de esa verga tan rica en mi trasero, pero como me dolió la tuve que sacar rápidamente. Lo intenté una vez mas y se volteó otra vez de espaldas, luego me senté sobre su verga, que hizo doler mucho, pero no había respuesta. Yo quería que él moviese, intenté otra vez de costado, puse esa verga tan dura en mi trasero y empecé a sacar y meter la punta de su pene y en una de esas reaccionó y me encajó un poco mas, luego dejé de moverme y el seguía. Estaba medio dormido y yo le hablaba suave:
- ¿Te gusta?
- Si.

Siguió moviéndose y luego dejó de hacerlo, su verga también se había vuelto suave. En el último intento le chupé la verga hasta ponerla dura y ya se estaba moviendo en mi boca. Entonces lo ensalivé y lo puse a la entrada de mi ano, entró, era lo mas rico que estaba sintiendo pero era mucho peso sobre mi, casi no podía moverme. Le agarré su cintura e hice que se moviera, que metiera y sacara esa verga maravillosa. De repente el despertó, me agarró con todas sus fuerzas y me encajó todo ese bulto que estaba como un palo grueso. Yo grité de dolor pero él me tapó la boca y me dijo susurrándome al oído:
- ¿No era esto lo que querías?

Poco a poco comenzó a hacerme el amor. Que rico estaba, se puso en posición de hacer flexiones y me la estaba encajando brutalmente, podía escuchar cómo sonaban sus testículos cuando se estrellaban en mis nalgas. Luego me agarró las piernas hacia arriba, bien estiradas y él se puso de rodillas y me la metió así. Estaba muy excitado y yo sólo me dejaba coger. Luego me volteó a la cama, se echó sobre mí y también me la metió así. Después me pidió que me sentara sobre su verga y cabalgase sobre ese pedazo de carne tan grueso y para acabar me pidió que lo abrazara, con esos brazos tan fuertes me alzó de las piernas y puso su verga en mi trasero. Me la metió así, él hacía que yo me moviera sobre su verga y antes de eyacular nos caímos en la cama quedando en la posición de patas al hombro y así sacó toda esa leche que había guardado durante tanto tiempo. Cuando eyaculaba me la metía mas y mas. Nos quedamos respirando los dos juntos de cansancio. Yo me quedé acariciando toda esa musculatura y cuando sacó su verga vi cómo chorreaba el semen de mi ano. Fue lo mejor que me pudo pasar. Ahora lo hacemos una vez por semana, y sigue usando los piercings y las gafas como recuerdo de nuestra primera vez porque sabe que eso me excita mucho.

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